Convertido en una de las plazas fuertes del turismo cubano, el Archipiélago Jardines del Rey, se extiende sobre la Costa Norte de Cuba. Algunos de sus cayos superan en extensión a varios países del mundo, mientras su naturaleza intacta le destaca como uno de los rincones más apreciados del Caribe Cubano.
Se encuentra bordeado hacia el norte por un muro de corales de unos 400 Km de largo, segunda barrera coralina más extensa del mundo, superado únicamente por la Gran Barrera Australiana.
Entre sus cayos hay canales o pasas, cuyo origen se debe a antiguos cauces de ríos que al ascender el nivel del mar por el último deshielo, hace millones de años, quedaron sumergidos en parte.
De occidente hacia oriente los cayos van aumentando de tamaño a la altura el territorio avileño de Morón. En esta región se localizan la Isla Turiguanó y los cayos Coco, Guayabal y Sabinal para formar frente a la costa una especie de litoral exterior que encierra las Bahías de Buenavista, los perros y Jigüey.
Sol, playa, deportes náuticos, el irrepetible ambiente que proveen sus confortables hoteles y la posibilidad de irse de excursión a otro lugar de Cuba, hacen de esta cayería para todo quien lo desee aquel sitio verde y prometedor que disfrutó el Nóbel Norteamericano de la Literatura Ernest Hemingway, quien se inspiró en las paradisíacas ínsulas para escribir su libro Islas en el Golfo.
Entre las formaciones que constituyen este archipiélago se encuentran: Cayo Coco, unido a la Isla Mayor por un pedraplén, “carretera sobre el mar”, de 17 km, conectado a su vez con Cayo Guillermo y además, con Cayo Paredón grande, otra de las ínsulas son Cayo Romano, Cayo Sabinal, Cayo Santa María, Cayo Francés, entre otros.
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